AMANT VAMPIRE...FEMME VAMPIRE
martes, 5 de abril de 2011
lunes, 18 de octubre de 2010
METAMORFOSIS DE UN VAMPIRO
La mujer , entre tanto, retorciéndose
Igual queuna serpiente en las brasas,
Y amasándose los pechos por encima de las ballenas del corsé
Dejaba deslizar de su boca de fresa estas palabras impregnadas de almizcle:
-”Tengo loslabios húmedos y conozco la ciencia
de perder en unacama la antigua conciencia.
Seco todas las lágrimas en mis pechos triunfantes
Y hago que los viejos se rían con risas infantiles.
¡Para quien me ve desnuda y sin velos, sustituyo
a la luna, alsol , al cielo y a las estrellas!
Cuando aprisiono a unhombre en mis temidos brazos,
O cuando abandono mi busto a los mordiscos,
Tímida y libertina, frágil y ronbusta,
Soy, mi querido sabio, tan experta en deleites
Que sobre esecolchón que se desmaya de emoción,
¡los ángeles importantes se condenarían por mí!”
Cuando me hubo chupado toda la médula de los huesos,
Y me volví hacia ella con languidez
Para darle un beso de amor, ¡no vi más
Que un odre de flancos viscosos, rebosante de pus!
En mi helado terror, cerré losojos ,
Y cuando volví a abrirlos a la viva claridad,
A mi lado, enlugar del fuerte maniquí
Que parecíahaber hecho provisión de sangre
Entrechocaban en confusión unos restos de esqueleto,
Que producían un grito como el de una veleta
O el de un cartel que, en la punta de una vara de hierro,
El viento balancea en las noches de invierno.
Igual que
Dejaba deslizar de su boca de fresa estas palabras impregnadas de almizcle:
-”Tengo los
de perder en una
Y hago que los viejos se rían con risas infantiles.
¡Para quien me ve desnuda y sin velos, sustituyo
a la luna, al
Cuando aprisiono a un
O cuando abandono mi busto a los mordiscos,
Tímida y libertina, frágil y ronbusta,
Soy, mi querido sabio, tan experta en deleites
Que sobre ese
¡los ángeles importantes se condenarían por mí!”
Cuando me hubo chupado toda la médula de los huesos,
Y me volví hacia ella con languidez
Para darle un beso de amor, ¡no vi más
Que un odre de flancos viscosos, rebosante de pus!
En mi helado terror, cerré los
Y cuando volví a abrirlos a la viva claridad,
A mi lado, en
Que parecía
Entrechocaban en confusión unos restos de esqueleto,
Que producían un grito como el de una veleta
O el de un cartel que, en la punta de una vara de hierro,
El viento balancea en las noches de invierno.
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